lunes, 30 de abril de 2007

Rubia platino

Esta mañana, estaba preguntándole al espejo quién es la más mejor del reino, cuando va el hijoputa y responde: "Oye, no sé si te has dado cuenta, pero te estás volviendo rubia".

Al principio, no podía creerlo, porque las rubias suelen tener las tetas muy grandes y se llaman cosas como Pamela, o Melanie, o Marilyn. Además, tengo entendido que son supertontas. Y no sé por qué, vivimos en una sociedad en la que la inteligencia está casi tan valorada como la belleza, cuando de todos es sabido que la inteligencia no sirve absolutamente para nada más que para lamentar tu falta de belleza.

En cambio, las tontas follan y callan, que para eso están. Y se lo pasan teta, que para eso las tienen. Pero como la sociedad dice que hay que ser inteligente, y yo me creo todo lo que diga la sociedad, pues quiero ser inteligente. O sea, que no quiero ser rubia.

Así que he montado en cólera, y he roto el espejo, y va él, y me ha dicho: "¿Ves? Ya te estás preparando para dejarnos a todos hechos añicos". Qué fuerte, he pensado yo, soy una bomba sexual. Y al principio me daba como miedo salir a la calle, a ver si me iban a violar o algo. Porque ellos las prefieren rubias, y todo eso, y yo, pues tengo unos principios.

Nada, que por fin me armo de valor, y voy al trabajo. De camino, alguien me suelta un: "Fresca!", que me deja helada. Lo cual es una putada porque, cuando llego al curro, un cabrón se me traga de un sorbo. Y no deja de mí ni la espuma. Tenía que pasarme algún día. Me he mimetizado; es la invasión de los ultracuerpos.

Moraleja: si eres cerveza, ve siempre caliente.

Nos bebemos en los bares.

sábado, 28 de abril de 2007

La granja de ornitorrincos tuertos

Yo tuve una granja en Australia.

Era una granja de ornitorrincos, esos animales que Dios se inventó después de meterse un tripi. Pero mis ornitorrincos tenían una particularidad: eran ornitorrincos tuertos.

Al principio, cuando le pedí el crédito al banco para montar la granja en Australia, no me lo dieron. ¿Para qué coño quieres tú criar ornitorrincos tuertos?, me dijeron. Pero entonces les contesté que hay quien cría puercoespines que hablan y hacen fitness, y también hay quien educa a los teléfonos con ruedas para que hagan pirirí, pirirí, pirirí, y luego se forran con los anuncios de seguros. Vamos, que lo mío fijo que era negocio.

Los convencí. Luego lo más difícil fue encontrar a alguien que le sacara un ojo a cada ornitorrinco, porque, por alguna extraña razón, esos animales caen bien. Supongo que, cuando los miras, te acuerdas del pato Donald y los niños castores todos a la vez, y eso hace que tus neuronas te lleven inmediatamente al Tío Gilito; entonces ya no puedes hacerles daño, porque sería como dañar a tu fuente de ingresos. Conductismo, creo que se le llama a eso. Pero bueno, que ni idea de psicología.

Los ornitorrincos de mi granja tenían que ser tuertos para que no fueran como todos los demás ornitorrincos. Así, en el caso de que Steven Spielberg necesitara ornitorrincos tuertos para una de sus películas, sólo los encontraría en mi granja. Y me tendría que pagar una pasta.

Como nadie quería sacarle los ojos a mis ornitorrincos, se me ocurrió que podía darles chocolate. Dicen que, si le das de comer chocolate a los perros, se quedan ciegos. Pero como no quería ornitorrincos ciegos, sino tuertos, sólo les daba de comer por el lado derecho del pico.

Pasaron unas semanas, y nada. Los ornitorrincos se pusieron como vacas, pero seguían viendo por los dos ojos. Así que se me ocurrió ponerles unos parches, en plan pirata, que les daban un toque muy malvado. Entonces descubrí que esos bichos parecen inofensivos sólo cuando los dejas en su medio natural, pero cuando los cebas y les tapas un ojo, dan mucho miedo.

Un buen día, les estaba dando su ración de chocolate y me estaba fumando la mía, cuando apareció un barbudo la mar de raro que me dijo: "Oye, que tu madre se ha comido a mi perro". A veces le pasa, a la pobre. Resulta que le mordieron unos monos salvajes, y ahora se come todo lo que tenga rabo (menos a Lucía, porque mi madre tiene mucha sensibilidad poética).

Bueno, la cuestión es que yo le dije a ese tío que no tenía ningún perro con el que suplir al suyo, pero que a cambio podía llevarse uno de mis ornitorrincos tuertos. Y pasó lo más grande, lo que yo siempre supe que pasaría. Al verlos, el hombre se volvió como loco, y chillaba y saltaba, y decía cosas en inglés, incluso me abrazó. Y por fin me dijo que me los compraba todos, pero todos, todos. Que fijara un precio y que su productora lo pagaría.

Y ya sabéis el final de la historia. Yo no me forré tanto como creía, porque el viaje de vuelta me costó una pasta, pero mis ornitorrincos han salido en un montón de películas, como en unas tres: La comunidad del anillo, Las dos torres y El retorno del rey. Ah, y cuando se jubilen, creo que la reina de Inglaterra ya se ha interesado por adoptar a dos.

Sí, lo sé. Parece mentira.

viernes, 27 de abril de 2007

Gente de poca fe


Me pregunto si esto es legal. Espero que no.

martes, 24 de abril de 2007

Lucía Etxebarria tiene rabo

La fiesta de la editorial Planeta fue impresionante. Cuando llegué, ya iba un poco puesta, porque justo antes había estado en otra fiesta medio clandestina en la que tenías que decir una contraseña para entrar: "Uno es lo que ha bebido", o algo así. Me parece que es una frase de Borges.

Del Speakeasy fui con unos amigos a la Sala B del Luz de Gas, donde se celebraba el petardeo Planeta. Y ahí estaba hasta el hermano bastardo del rey, ése que tiene barba de chivo, y creo que incluso bebía Chiva's, aunque como ayer se murió Yeltsin, la única bebida oficial era el vodka.

Por un error de cálculo, la noche anterior también bebí unos cuantos mojitos (aunque no estaba en las previsiones). Así que ayer estaba bastante susceptible con eso de las copas. Una maldita no quería servirme, según ella porque iba muy agobiada, y claro, me tuve que subir a la barra. Entonces me atendió en seguida, y ligué con un tipo un poco impresionable. Luego también ligué con un presentador de televisión al que le pone que se metan con él. Y también ligué con un editor extranjero que, de repente, y sin venir a cuento, dejó de interesarse por mí. Y también ligué con un niñato que, cuando por fin se atrevió a dirigirme la palabra, me dijo: "Hola, yo no trabajo en el mismo sitio que tú, pero hola de todos modos".

La cuestión es que para bajar tanto alcohol, siempre hago lo mismo: sudarlo. Y me subí a a tarima creyéndome Shakira y Madonna y Brithney Spears y Christina Aguilera todas juntas. (ahí es cuando creo que el editor extranjero dejó de interesarse por mí, pero no podría jurarlo porque se me mezclan los recuerdos con las copas que también mezclé).

Eso del "efecto tarima" habría que estudiarlo. El otro día, por cierto, fui a la peluquería, para entrar en la nueva edad pien peinadita y todo eso. Y la peluquera me hizo un corte que se llama "efecto uve", y eso me hace pensar que se llama así porque quien lo lleva se convierte en una lagarta. El "efecto tarima" es algo parecido; porque te subes allí arriba en plan estrella total, y tu entusiasmo se contagia.

Allí estaban todos los periodistas de la ciudad meneando las caderas, y también los editores y algunos escritores y venga a bailar y bailar, cuandon de repente noto cómo uno de ellos me clava su entrepierna en el culo. Como el "efecto lagarta" es muy duradero, y se agudiza con el "efecto tarima" y el "efecto post Yeltsin", a mí me daba igual, y seguía bailando con esa entrepierna con bulto pegada al culo. Hasta que la cosa se hizo cansina, y me de media vuelta para decirle al dueño del paquete que por favor se apartara un poco, que no mola que te violen en público. Ni en púbico tampoco.

Pues eso, como el título de esta entrada indica, al volverme para apartar al capullo que me esaba tocando las nalgas con los cojones, sorpresa, era Lucía Etxebarria. Sí, sí, la de los libros. Entonces casi me dio un síncope, que es una palabra muy de abuela, pero que es bastante exacta para definir lo que sentí.

Ella se puso a meterle la lengua a un amigo mío, y yo bajé de la tarima medio mareada, intentando asimilar lo que estaba ocurriendo. Para sacarme del trauma, otro amigo me dijo que quizá lo que pasa es que Lucía se puso mal el támpax. O bueno, que se le ocurrió salir con el consolador puesto.

sábado, 21 de abril de 2007

El alcoholímetro

Dos días antes de entrar en la edad adulterada, descubro muchas cosas importantes. Una, que el señor Fregono en realidad son dos, y que si los confundía desde aquí es porque necesito unas gafas nuevas. O eso, o que el señor Fregono ha ligado esta noche, y qué mejor manera de celebrar el amor que tender la ropa junto a tu polvo. Desde aquí daban una imagen entrañable. O eso, o que los productos de limpieza en aquella casa se han reproducido, y como con dos manos no basta para utilizarlos todos, el anfitrión ha ido en busca de refuerzos.

O eso, o que todavía veo doble.

Otra de las cosas importantes que he descubierto es que puedes tener la obligación de ir a seis fiestas consecutivas. Ayer empecé la maratón en un bar de tapas para celebrar el cumpleaños de mi amigo Chírculis. En realidad no se llama así, pero como es polaco y su nombre es muy difícil de pronunciar y se llama algo parecido y dicen por ahí que da los besos con lengua haciendo círculos, pues eso, lo llamamos Chírculis. Es un alcoholímetrosexual.

La tía a le que le enrodilla la lengua últimamente es un poco insoportable. Yo creo que es la hija secreta de una de esas señoras con laca que salen en el Dolce Vita o en el otro, el de Antena 3, porque tiene el mismo tono de voz y dice las mismas cosas que ellas, y me imagino que eso tiene que ser genético, porque si fuera educacional, menuda mierda de educación, es como para retirarles la custodia. Pero bueno, la cuestión es que nos tomamos todos unas tapas, menos la bioquímica, que prefirió unos libritos.

La bioquímica es la novia del asesor fiscal y, como se pasa toda la vida en el laboratorio, tiene la teoría de que si mezclas unas patatas bravas con unos chipirones y unos pimientos de padrón puedes mutar. Y la verdad es que ayer no me quedó más remedio que darle la razón, porque además de la alteración genética de la novia de Chírculis, los demás también parecían un poco alterados genéticamente. Había uno que se transformó en el monstruo de las finanzas, y se encasilló y sólo podía repetir: hacienda, renta, hacienda y renta. El asesor fiscal hizo apología del socialismo cultural y elogió las particularidades del suplemento Babelia. Y luego estaba el masajista, que empezó a estrangular a los desconocidos.

Supongo que el Vino D'Oro también tuvo algo que ver.

Y claro, todo era tan emocionante, que cuando -ya en otro antro- me entró el doble de Prosikito a decirme lo guapa que soy, aunque nadie nos hubiera presentado oficialmente, le hice caso. Le dije: "Oye, cómo me gusta tu anuncio. Sobre todo cuando saltas del avión".

En fin, que a pesar de todo, no sé ni por qué, me divertí. Así que he vuelto a casa mientras los pájaros cantan y las brujas de mi escalera se levantan. Y me dicen: "Reina, qué bien que ya estés despierta, recuerda que te toca a ti limpiar la acera. Pero yo de ti me cambiaba de ropa, no sea que un desaprensivo te confunda con una pornochacha". Y he subido a casa, he cogido la escoba, he vuelto a bajar a la acera, y le dicho a mis vecinas que se montaran y se fueran volando, que tiene turbo 2007.

Esta noche, mi amigo el artista inaugura el piso que se ha comprado con su hermana. Y tengo que ir porque, el pobre, para poder comprarse el piso, tuvo que vender un riñón y está bastante jodido. Cálculo aproximado: tres cervezas y cinco pomadas (gin Xoriguer con limonada).

Mañana por la tarde, un programa de televisión hace una fiesta, y tengo que ir, por si vuelven a entrevistarme para el Caiga quien Caiga. (cálculo aproximado: cuatro cervezas). Y por la noche, la fiesta es de una revista literaria, y tengo que ir porque a las doce ya será mi cumpleaños y no quiero perderme ni un minuto para celebrarlo. (cálculo aproximado: una cerveza, dos gintónics, un whisky y un tequila que tiraré a las plantas, o que regalaré a unos desconocidos mientras el que me ha invitado no me mira).

El lunes, todas las editoriales celebran su bacanal particular, (cálculo aproximado: una copa de cava, dos de vino mientras cenamos, una cerveza para pasarlo todo, tres gintónics), y el martes le toca a una compañera de trabajo que también cumple años pero menos que yo. (cálculo aproximado: cinco cervezas, o seis, un gintónic y no voy a poder más).

Cada vez tengo más claro que me conservo en alcohol. (advertencia final, subvencionada por la Dirección General de Tráfico: recuerda que el taxista es el mejor amigo del borracho).

sábado, 14 de abril de 2007

La fregona

Esta mañana el señor Fregono ha peinado a su fregona con el cepillo de la escoba.

He pensado que la fregona es la amante del señor Fregono, que en realidad está casado con la aspiradora, y por eso no deja entrar a la fregona en casa.

También he pensado que la aspiradora se ha enterado de que su marido ha peinado a la fregona en la terraza y por eso le ha quitado el polvo. Pero que ya no succionará nunca más.

Ahora que miro a la terraza del señor Fregono desde la ventana y mi cerveza, ya no veo a la fregona, y me temo lo peor. Aunque no sé qué es lo peor: que la hayan desterrado, que ella se haya desterrado a sí misma saltando desde la barandilla, o que la hayan metido en un fregado.

Qué pena, con lo bien peinada que iba.

viernes, 13 de abril de 2007

Maradona es el diablo




Oigo pasos en el piso de arriba.
Lo inquietante es que vivo en un ático. No hay pisos más arriba.
Parece que quien camine en el techo de mi casa lleve zapatos de tacón. Yo perdí un zapato de la marca Mascaró. Creo recordar que se lo lancé a un obrero de la construcción que trabajaba en la calle y se lo quedó Satán.
Creo recordar que Satán quería ligar conmigo.

Es la una y media de la madrugada, hoy he acabado muy tarde de trabajar, voy un poco borracha.

Mientras escribo esto, alguien llama a mi puerta. Lo hace con los nudillos, el timbre está jodido.
Me siento como en uno de esos libros de "elige tu propia aventura". ¿Me acerco a la puerta o no?
Es muy tarde. El visitante insiste. Si me pasa algo, sereis testigos.
Voy.
No sé qué hacer. Me he acercado a la puerta en silencio con las luces apagadas, casi de puntillas.
Al otro lado de la puerta, vuelven a llamar. tctctc.
Digo: "¿Sí?", poniendo voz de camionero por si cuela.
Dice: "¿Oye? Soy yo, abre. Tengo algo que enseñarte".
Digo: " sois todos los que os dirigís a mí".
Dice: "Y Yo no existe para nadie más".

Demasiado complicado para mis neuronas a estas horas. Abro porque así se acabará la conversación.

Es Satán.

"Vaya", suspiro, y me relajo. Satán se ha convertido en Maradona. Yo creía que Maradona era Dios.
"Dios y yo somos un mismo ente", responde Maradona, "depende de si estoy cabreado o me haces feliz".
"O sea, que Dios es Jekyll y Satán es Hyde", respondo. Pero no me entiende. Dios lo sabe todo, pero no lee.
Insisto: "Depende de si marcas goles o te hacen un penalti".
Responde que más o menos es eso.

Me dice: "Ven". Y yo lo dejo todo. Encendido, quiero decir.

Subimos al tejado. El tejado tiene un sobretecho de plástico translúcido, como siempre he imaginado que debe ser la M-30 o como se llame. La gente toma cervezas en las terrazas en las que no hace sol. Creo reconocer a alguna gente que formó parte de mi infancia. Maradona me dice: "Bienvenida al infierno".

Mientras tanto, a mis espaldas, un cabrón me mete mano. Intento apartársela mientras pienso que dentro de unos días ya no será tan guarro conmigo porque nos haremos colegas.
Maradona sabe lo que pienso y dice: "Estás en el infierno, aquí el concepto de unos días no existe, y te violarán por los siglos de los siglos".

Vuelvo a mirar a esas personas con sus cervezas. "No tienen gas y están calientes", dice Maradona. Menudohijodelgranchacal.

Para consolarme, pienso que todos acabaremos en el infierno y, entre todos, lo revolucionaremos. Maradona insiste: "Estás en el módulo 3; cada uno de tus amigos irá a un módulo diferente, y también lo harán tus padres, y tus familiares, y todas las personas a las que quieres. Esto es el infierno, nunca has estado tan sola, y así de sola permanecerás para siempre".
Le digo: "Vale, pero todavía no estoy muerta".
Responde: "Es cierto, pero para que te vayas haciendo a la idea".
Le digo: "Muy bien, pero nos lo jugaremos todo a un partido".
Maradona empalidece.
Le digo: "Tú con mis zapatos Mascaró puestos, y con todos tus pecados en la punta de la nariz, igual que Acebes".
Me dice: "¿Y tú?"
Le digo: " sois todos los que os dirigís a mí, Tú somos todos menos Yo".
Ahora es él quien no entiende. Le faltan neuronas.

Y vuelvo a estar delante de una pantalla. Quizá mi averno auténtico. Por los siglos de los siglos.

miércoles, 11 de abril de 2007

Cumpleaños feliz (para los demás)

El 23 de abril es un día importante. Murió Cervantes y nació Shakespeare, o murieron los dos y nació Josep Pla, o también se murió, o ya no me acuerdo. También es el día que un tal Jorge se cargó a un dragón, y en vez de meterlo en la cárcel por haber extinguido una especie, le hicieron santo. A ver qué harán con el que atropelle al último lince.

La cuestión es que un 23 de abril mi madre se puso a parir y nací yo. Por eso mi edad se cuenta en primaveras. Y al principio te lo pintan todo muy bonito: naciste el día del libro, oh, oh, y encima te gusta leer, oh, oh, ¿por qué no te dedicas a eso?, oh, oh, a leer, y a informarte sobre la cultura, y a informar a los demás, y ¿por qué no te vas a vivir a Barcelona donde el día de tu cumpleaños se celebra por todo lo alto? Sí, sí, voy a Barcelona, sí, voy a celebrar el día de mi cumpleaños el mismo dia que esta gente se regala libros y flores y parece tan feliz.

Sí, voy a dedicarme a los libros y al día de su celebración y a su puta madre que no es la mía. Y ahí va la explicación: el próximo 23 de abril tengo que trabajar. Pero no trabajar como las personas normales, de 8 de la mañana a 3 de la tarde. No soy una persona normal.

El próximo 23 de abril tengo que hacer una crónica de las fiestas que se hacen en honor a los libros, a san Jorge, a las rosas y al carpe diem, y que nononononononono se hacen en mi honor (que, según mi criterio, soy la persona más importante del mundo). Me reexplico: tengo que ir a las últimas fiestas de la tarde, donde todo el mundo bebe alcohol y se emborracha, tengo que ver a la gente, saludar, ser simpática, sacarles exclusivas, y volver a la redacción a última hora para escribir la crónica que saldrá publicada al día siguiente.

Cuando acabe de escribirla, los otros ya estarán en fase de resaca.

La crónica tendría que titularse: "El cumpleaños que me perdí". Pero creo que no me dejarían publicarla así. Hoy he solicitado clemencia.

Yo: Por piedad, mi señor director!
Director: Piénsalo, te quiero a ti porque eres insustituible.
Yo: Estoy a vuesa merced. Lejos del lugar donde nací, sois mi única familia, no provoquéis mi rencor.
Director: No es rencor lo que te exijo, sino profesionalidad, y estás en una edad en la que el trabajo es lo único importante.
Yo: Pero mi señor director...
Director: Y no me mires así, que con esos ojazos me puedes.
Yo: Podría acusarle de abuso de poder.
Director: Y yo podría despedirte, no te jode.

Bueno, no ha sido exactamente así, pero así es como me siento. Oh, mi cumpleaños consistirá en ver cómo se divierten los demás mientras yo trabajo. Y eso no es lo más cruel. Sino que, además, tendré que dejar constancia de ello.

viernes, 6 de abril de 2007

Abracalhambra News



LOCAL
Dios se moderniza y pasa de penitentes
El creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible, está harto de que la gente sólo salga a la calle para llorarle. Como medida de protesta, se ha puesto a llorar él mismo para acabar con las procesiones en el centro de Granada. Como consecuencia, el riesgo de sequía se retrasa un par de meses, regado asimismo por las lágrimas de los cofrades que han visto mermado su sueño anual.
(si quieres leer más, espera a que siga escribiendo)

La Dirección General de Tráfico cambia de dirección
Dado el elevado número de zurdos que hay en Granada, la ley indica que en esta provincia se debe circular siempre por la izquierda. El gobierno está satisfecho con esta medida porque recuerda todo el mundo de qué lado deben votar. O eso, o es que todos los conductores son disléxicoooooooooos.

Los camareros se brindan un buen servicio
Y se beben las copas de vino como si fueran chupitos escondidos detrás de una columna. Como consecuencia, olvidan la mitad de la cuenta de sus clientes. O por el contrario, la ven doble.
(si quieres leer más, clica aquí; no sirve para nada, pero ponerlo queda muy internauta)

Todas son La Chirvi
Pero sustituyen el concepto “chocho” por el de “coñe”.
(si quieres seguir leyendo, pídeseloa ella, chocho)

INTERNACIONAL
Los obreros de la construcción cobran en cubatas
Que lo vi yo en Pitres, en uno de los múltiples mesones llamados 'El frenazo'. Y luego se subieron al andamio cantando canciones de la mili.

SOCIEDAD
Un locutor de radiofórmula aprovecha su intervención en la emisora para promocionar su propio disco
Un locutor de radio decide poner una canción del álbum que grabó con sus amigos (o enemigos) en un momento de su programa. “Lo pongo en exclusiva dos semanas antes de que salga al mercado porque por algo es mío”, dice. El locutor considera que con ello premia la paciencia de sus oyentes... los cuales prescinden definitivamente de esta virtud una vez oídos los primeros acordes de su canción.

Woming versus Machomán
En el ring de la sociedad granadina, las mujeres tienen cogidos a los hombres por los cojones. Pero ellos creen que ellas lo hacen por sus cojones.
(como esto es un reportaje, cuesta un poco más que el resto de los artículos)

CIENCIA
La gravedad aumenta en Granada
Paralelamente, los pantalones se estrechan
El valor del índice de masa corporal es inversamente proporcional a la gravedad metafísica que tienen las cosas en esta provincia. En otras palabras: cabe la posibilidad que no me dejen subir al avión de regreso por exceso de equipaje en los michelines.

ESPECTÁCULOS
Reaparece el protagonista de ‘La Naranja mecánica’
Actualmente se dedica a tomar tapas.

DEPORTES
Quitan los gimnasios por falta de efectividad
A cambio, el Gobierno se compromete a emitir fútbol incluso los días que no haya partido.

ECONOMÍA
Quiebra de restaurantes en Granada
Las heladerías de la ciudad de la Torre Roja se han visto obligadas a incluir fideuás y paellas en su oferta. Combaten así la competencia desleal a la que se han visto sometidas a raíz de la proliferación masiva de bares de tapas y tabernas. Los restaurantes chinos han seguido su ejemplo, y también incluirán morcilla en su menú.

MOTOR
Una alquiladora de coches afirma que su hermano conduce sin carné
Lo hace bajo la excusa de que “Pinos Puente es la ciudad sin ley”. Asimismo añade que su jefe no declara el párking de los coches a hacienda.
(si quieres seguir leyendo, es que eres un poco rarito)
TIEMPO
Nieva en Sierra Nevada
Sin comentarios.
CLASIFICADOS
Busco marido en la zona de la Alpujarra o el Albayzín. No me importa condición física ni económica. Si tienes para pagarme las tapas, eres mi hombre.
¿Harto de ir siempre con el primer botón del pantalón desabrochado? ¿Cansado de buscártela un rato cada vez que tienes que ir al baño? ¿Te agotas haciéndolo incluso con tu amante? Ponte en forma. ¡Hal·lo por tu cuerpo! Apúntate al Corpijo: sauna, spa, etc. Creerás que no entras ni jarto de vino, pero luego no querrás salir. Abierto de 12 de la noche a 3 de la madrugada. ¿Qué mejor manera de acabar el día? Suda el vino y las tapas. Hal·lo por tu cuerpo, apuntate al Corpijo.