viernes, 13 de julio de 2007

La extinción de los mediocres

El tío es un cutre de cuidado. Me fichó como redactora estrella porque sabía que soy capaz de acercarme a la Casa Fuster justo la noche que Woody Allen está destrozando el jazz. Sabía que soy capaz de decirle a Woody: "Hey, Woody, I need a scoop". Sabía que soy capaz de sacarle una exclusiva a Woody, como que siembra hijas adoptivas en el jardín de su casa para luego poder casarse con ellas, o que se llama así porque su madre era fan de las películas de Ed Wood. Por eso me fichó, porque soy como Scarlett Johansson pero a lo periodístico, una musa tal vez en excedencia.

Ahora el hombre se ha vuelto loco. Nunca pongas a un hombre en el poder, se vuelven locos. Sólo hay hombres en el poder, y las mujeres pueden tener ataques histéricos, pero no se vuelven locas. Los hombres pierden la cabeza porque no tienen ni idea de lo que es la capacidad de liderazgo. Los hombres no saben mandar. Se ha vuelto loco porque sí, porque no hace falta perder el tiempo intentando averiguar por qué se vuelven locas las personas, sobre todo los hombres. Se ha vuelto loco por cualquier cosa, en cualquier caso no por mí, a mí me odia.

Me fichó como redactora estrella y ahora me pone a limpiar el váter de la redacción.

Encima, no me paga. "Necesito que me hagas un favor", gimotea. Mi jefe. Hombres al poder. Puto asco.

Le digo: No estoy aquí para hacerte favores. Pero llevo encima la bayeta, o la fregona que le he tomado prestada al señor Fregono. Le digo: esto es un trabajo, nada es gratis, las cosas no se hacen por favores, sino por dinero. Pero no sé por qué ya estoy de rodillas limpiando las baldosas.

Puto asco. Creo que se le llama responsabilidad. Hasta cuándo. La responsabilidad está muy mal pagada. Nos sale muy cara, maldita responsabilidad.

Entonces lo decido. Escribo mi carta de dimisión. La carta de dimisión dice: "Ahí te pudras, gilipollas, que te den. Que os den a todos, a todo el mundo". Luego voy al e-mail y escribo un mensaje de ésos que tal vez se confunda con el spam. Un correo masivo. Asunto: "Me voy de este curro porque es una puta mierda".

"Queridos todos y todas", dice el mensaje: "Queridos todos y todas: No voy a poner eso de que dejo el trabajo por razones personales y el rollo consecuente. Me largo porque estoy harta. Me voy por lo mismo que se han ido cuatro compañeros míos este mismo mes: esto es una casa de putas y ha llegado el momento de que se salve quien pueda. Trabajamos con un déspota que nos paga una miseria, mentiroso, tirano y cobarde, chulo, machista y carapán, que no hace falta que os describa con detalle porque lo conocéis todos. En los últimos dos años y medio me habéis preguntado a menudo cómo coño lo soporto. Pues bien, ya tenéis una respuesta: no lo soporto más. De modo que: los imbéciles, o trepas o insensibles, ya sabéis que queda una plaza libre. Los demás, si quereis ficharme, ya véis cómo soy: intolerante con las injusticias, exigente y deslenguada. O sea, una auténtica profesional. Los periodistas no deberíamos ser de otra manera.

PD. Los de la competencia: estoy dispuesta a cantar".

Como vivo en un país de cobardes, todos me han borrado de su lista de contactos. Evidentemente, la carta se ha quedado en la bandeja de spam.

13 comentarios:

Don Peperomio dijo...

que le den por saco al carapán!!
Funda tu propio periódico.
Verás que pronto encuentras otro trabajo... con otro jefe igual, espero que no.
Ánimo

Luigi dijo...

Mire Usted. Yo soy jefe, y por tanto hombre. Posiblemente no pudiera haber sido hombre sin antes ser jefe.

Me pirran las faldas escocesas y tengo pesadillas oníricas variopintas. Lo cual también confirma que estoy como una cabra.

Sin embargo adoro a las mujeres que trabajan conmigo, y le puedo asegurar que ellas a mi también. Diré incluso que tiendo a discriminarlas positivamente, tal como se quejan sus compañeros.

Así que dicrepo del análisis. Su Jefe es sencillamente un gilipollas. Lo es de por si, no por que sea jefe, ni mucho menos porqué esté loco. Y probablemente, por lo que cuenta, sea muy poco hombre.

Me parece muy bien lo que ha hecho, seguro que no tardará en tener un nuevo trabajo.

Galahan dijo...

Vaya por dios, ya no podré saber que has entrado al blog!...
Y no sabes lo que me alegro. Ahora tendrá más misterio.

Que le den, como bien han dicho. Y si ese correo ha sido enviado, eres una crack. Me encantaría recibir alguno así algún día. Más o menos vine a hacer algo parecido yo en un curro pero no tan determinantemente (tampoco hubiera tenido sentido entonces).

Enhorabuena por tu dignidad. Es grande. Eres grande. Un beso!

Alberto Ramos dijo...

Y yo que creía que las casas de putas sólo de dedicaban a la publicidad…

(Y que me perdonen las putas.)

Diamante dijo...

Es como el increible Jerry Mcguayat

Para, creo que voy a vomitar dijo...

Te ha faltado prender fuego al periódico y luego salir en "Gente".

Desesperada dijo...

pues yo estoy contigo, todos los jefes tíos que he tenido son unos gilipollas. excepto uno, un tipo inteligente. será entonces que daba igual que fuesen hombres o mujeres, sino que lo importante es que sean inteligentes.

Anónimo dijo...

Las mujeres jefe también se las traen...
Dígamos que el problema está en el cargo más bien.



Pero vamos a lo importante: OLE TÚ.

Joyce dijo...

Todos los jefes son unos cabrones. A priori.

Dicen que hay excepciones, será cierto?

Ante todo, dignidad. Y con la cabeza bien alta...

Un saludo!

vaderetrocordero dijo...

Ya lo siento, pero es que estoy con una mano delante y otra detràs: De donde dices que te has ido?
En cuanto a jefes cabrones, el puto gorila de mi ex-orquesta se tiraba tres meses sin pagarme porque no tenia un duro... y luego le cazaba pillando coca. Manda cojones.

Zebedeo dijo...

Cuando uno se larga de una empresa así siempre hace bien, la salud mental es preferible a aguantar a un gilipollas todos los días. Eso si que hace bien y no los lyoqueséimunitas.

Si estás dispuesta a cantar y no lo haces mal ¿quién sabe? igual tienes futuro en el podrido mundo de la música. Es un poco chungo pero por lo menos puedes cantarle a la gente las cuarenta (en los 40 no, por favor). Yo también le canto las cuarenta a mis amigos, pero es a la hora de jugar al tute o al subastado. ¡Arrastro!

Mel Alcoholica dijo...

Gracias a todos por vuestros ánimos y ofertas de trabajo:

Martin, ya fundé el Abracadabra News. El primer número fue un exitazo.

Luigi, me haré escocesa para que me contrates como modelo de un nuevo Whisky.

Galahan, creceré contigo (grande, grande), o me creceré.

Al, seré chula (o más, si cabe)

Abraham, pues sí, ése era entrenador de algo, no?

Arcadas, habría que estudiarlo como profesión: ciudadano de a pie dispuesto a contar que su vecino parecía tan normal. Se cobra por grado de afectación: cuanto más afectado, más pasta.

Desesperada, otra opción es hacerse, de profesión, inteligente. Aunque yo preferiría ser especialista en inteligencia.

Oranyina, me cargan los cargos.

Joyce, también podemos hacernos protésicos de cuello para mantener la cabeza erguida. Tendríamos un exitazo.

Cordero, eras trapecista? Qué piezas tocas?

Zebedeo, hagámonos deslenguados.

vaderetrocordero dijo...

Pues tocaba de todo, desde Manolo Escobar y Bisbal, hasta Rosendo y AC/DC. Un pastel, vaya. Mis favoritos eran los pasodobles, especialmente "Capote de Grana y Oro", es mierda de la buena.