viernes, 14 de marzo de 2008

MP3

Encontré el MP3 tirado en la calle. Era un MP3 de esos antiguos, con forma alargada, un poco a lo Jean Nouvel, de color azul. Estaba en la calzada y lo cogí y luego me dio un poco de vergüenza haberme agachado para cogerlo, y me lo guardé en el bolsillo de la cazadora.

Por la noche, en la parada de plaça Catalunya, cuando vi que faltaban once minutos para que llegara el metro, recordé que llevaba el MP3 en el bolsillo, y se me ocurrió escuchar la música que tenía grabada el propietario, con mis propios cascos, eso sí. Tenía curiosidad por saber qué le gustaba a ese completo desconocido que había perdido el MP3 en la calle.

Es curioso: en general, la gente nos importa un pepino, un comino, o un pimiento. En cambio, nos interesa saber qué libro está leyendo en el tren, o qué música le mola. Miramos el título del libro y si nos gustó, sonreímos para nuestros adentros, como si, para nuestros adentros, hubiéramos establecido una especie de complicidad con esa persona. Si el libro es una mierda, también sonreímos, pero de otra manera. No sé por qué lo hacemos, pero lo hacemos.

Volvió a darme un poco de vergüenza sacar el MP3 ése tan antiguo delante de todo el mundo; sabía que los extranjeros me mirarían mal. Una alemana incluso chilló, pero porque vio un ratón en el andén y le dio asco.

Desenredé mis cascos, los enchufé al MP3, y me puse a escuchar. En la pantalla digital sólo aparecía un uno escrito en cifras. O sea: 1.

Al principio, nada. Después, un carraspeo. "Bueno", decía una voz de mujer, "Sonia, cariño, si me estás oyendo, quiero que sepas que estoy bien. Esto es un poco aburrido, pero no es grave. Me refiero a que, desde fuera, parece mucho peor". Un momento. Apreté el stop del aparato, y miré a mi alrededor. Esa cosa era muy rara. ¿De qué se trataba? ¿Del sonido de una película?

Se me ocurrió que el MP3 podía ser de un guionista ciego. Supongo que un guionista ciego va por ahí con las cosas grabadas, como quienes llevamos carpetas llenas de folios escritos, o libros cuyos títulos lee alguien y sonríe. La voz de esa mujer no sonaba impostada, sino más bien al contrario. Parecía realmente aburrida, como decía. Como si estuviera cumpliendo un trámite.

Con un simple gesto del pulgar, escuché la pista 2. Esta vez oí a un tipo que contaba en tono burlón (y transcribo):

"Siendo ya en este tiempo buen mozuelo, entrando un día en la iglesia mayor, un capellán de ella me recibió por suyo; y púsome en poder un buen asno y cuatro cántaros y un azote, y comencé a echar agua por la ciudad". Cágate.

Llegó el metro, y salté dentro y seguí escuchando la pista 3. Un hombre lloraba.

En serio. Se oían sus mocos en las narices cuando sorbía, y los intentos desesperados que hacía por llegar a articular algo. Pero cada vez que abría la boca, se ahogaba y se ahogaba aún más y gemía y no conseguía decir nada.

Joder, empecé a angustiarme mucho. Qué coño era eso que estaba oyendo. El corazón me iba a tope. Más allá de los cascos, los viajeros del metro, ajenos a lo que ocurría dentro de mis oídos, seguían con sus vidas cansadas, regresaban a sus casas recién pasada la medianoche.

Pista 4, rápido. Una niña hablaba en inglés. Parecía que estuviera jugando con algo, y que alguien hubiera grabado su voz sin que ella se diera cuenta. Como si estuviera peinando a su muñeca o contándole un cuento a un oso de peluche. No sé. Ella hablaba muy despacio, canturreaba incluso de vez en cuando, y yo apenas la entendía, porque el suyo era un inglés demasiado básico, torpe, infantil, claro.

Pista 5. Una chica con acento argentino le confesaba a un tal Diego que le amaba. Que siempre le amó. Que si estaba haciendo aquello que hacía era por los dos, que lo hacía por ambos. Que sabía que en la memoria todavía no era demasiado tarde, pero en sus vidas tal vez sí lo fuera. "No por culpa nuestra, es evidente; eshos lo provocaron; eshos nos pusieron acá donde estamos". Eshos cambiaron sus existencias, y había que acatarlo.

Salí del metro, corrí por la calle, llegué a casa, subí las escaleras de dos en dos, abrí la puerta, di un portazo. No podía ser una voyeuse, puesto que no veía nada, sólo escuchaba. Y seguía sin entender exactamente qué estaba escuchando. Me dejé caer en el sofá. Pista 6.

Un viejo repetía: María de las Mercedes, María de las Mercedes. María de las Mercedes.

Pista 7, un idioma extraño que no me preocupé en identificar; parecía árabe, pero podía ser de algún lugar de la Europa del Este. Pista 8, una adolescente con un chicle en la boca escupe: "En serio, mami, dejadme en paz".

El corazón me dio un vuelco, se me hizo un nudo en la garganta, de pronto tuve náuseas y estuve a punto de vomitar. Volví a la primera pista. Dejé que llegara al final. La mujer carraspeaba y decía: "Bueno. Sonia, cariño, si me estás oyendo, quiero que sepas que estoy bien. Esto es un poco aburrido, pero no es grave. Me refiero a que, desde fuera, parece mucho peor. Siempre pensé que, si llegaba a pasaros a vosotros, me moriría. Pero no es para tanto. Ni siquiera es para tanto. Lo único que me atormenta es saber que estarás sufriendo por mí, que a lo mejor no duermes por las noches y tú tienes que estudiar y hacer tus cosas y salir con chicos... lo que te toque. No quiero que te angusties. Cuídate, mi amor, ya sabes que te quiero mucho".

Me pasé la noche llorando. O haciendo como que lloraba.

Al día siguente, llevé el MP3 a la oficina de objetos perdidos.

6 comentarios:

vaderetrocordero dijo...

El otro día yo hice lo mismo con el mp3 de un amigo, el cantante de los Arizona Baby, y la mala calidad del sonido junto a lo que estaba escuchando (la grabación de un ensayo) creo la ilusión de estar oyendo a una de las grandes bandas de los años 40 sin remasterizar. Acojonante.

La pista 2 de tu mp3 encontrado me suena que pueda ser un fragmento del Lazarillo. El resto me suena que pueda ser una de las experiencias más densas que se puedan vivir. Te envidio.

errante dijo...

puede ser una especie de boockcrissing en mp3?

errante dijo...

boockcrossing, joé

Diamante dijo...

Joder! eso si que me supera.

eSadElBlOg dijo...

que desapacible no? me da un escalofrio y me has recordado una vez que una voz como de monja dejo un par de mensajes en mi contestador:

-...que es que la niña está un poco mal...
-que es que está muy mal, que la deberían venir a buscar...

dintel dijo...

Me has abierto una nueva dimensión.