jueves, 24 de septiembre de 2009

Fotos encontradas en la calle


Todo empezó en una calle de Barcelona, un día cualquiera de 2001.




Descubrí que en París abundan las fotos sin dueño.




Amélie no tiene mérito. Empecé a coleccionar fotos antes de ver la película.



Regresé a Barcelona, y continué encontrando rostros a punto de ser pisados.



Personas anónimas llenan mis cuadernos.


La última, el miércoles pasado, en un banco de la estación de metro de Fabra i Puig.

A veces me pregunto cómo serán sus vidas.

5 comentarios:

Don Peperomio dijo...

igual de alegres y tristes, con los mismos altibajos y las mismas rutinas que la tuya y la mía.

Galadriel dijo...

He leído casi todo tu blog del tirón. Y, antes de terminar, he encargado tu libro por internet. Estoy deseando que llegue porque, a la vista del blog, la novela promete.

Me tienes enganchada, querida ;-)

vaderetrocordero dijo...

La diferencia con la señorita Poulain son las escrupulosas anotaciones al margen de cada foto (fecha, lugar del hallazgo...)

No coleccionas fotos ajenas. Coleccionas los momentos en los que las encontraste. Como si esos rostros anónimos fueran los mudos confidentes de los distintos capitulos de tu vida.

Yo sólo me encuentro naipes. De baraja española, además. Cuando complete una baraja entera comenzará el Apocalipsis.

Marta Simonet dijo...

¡Qué curioso! :D

Un saludo.

Diamante dijo...

Biblioteca de Conde de Casal, sección bigrafías, cuarioseando al azar cojí el diario personal de Yoyes, no sabia ni quien era, lo cojí y me lo leí entero, hace unos 10 años, aún así simpre tengo en mente reflexiones suyas, como ideología de vida... pues allí estaban, las fotos carnet de un vigotudo con gafas, y me hizo mucha gracia por que siempre tenia la idea difusad que eran de un etarra que había dejado las fotos allí como una señal para otro y yo intercepté el mensage...