lunes, 5 de mayo de 2008

Se ha escrito un crimen

Desde que soy famosa de medio pelo, me pasan cosas extrañas.

Por ejemplo, recibo e-mails de desconocidos haciéndome consultas algo así como íntimas. Uno de ellos incluso me ha propuesto que quedemos para pasarme una cosa que ha escrito y le dé mi opinión.

Bueno, lo de quedar con desconocidos no es nada nuevo, lo hago a diario por culpa de mi trabajo. Solemos reconocernos porque, en un bar, o delante de una librería, ponemos la misma cara de pardillos. Hubo una época en la que me presentaba a las citas con un ejemplar del diario donde trabajo bajo el brazo. Hasta que me di cuenta de que eso no era necesario.

No sé, quizá hubiera algo de compañerismo en aceptar esta cita; no de condescendencia, cuidado, sino de... Me cuesta creer lo que ha pasado, es como si estuviera en un lugar que no me corresponde del todo. Me siento tan afortunada que quiero expresar mi agradecimiento al mundo entero.

Por eso, a las seis de la tarde he acudido al lugar donde había quedado con el desconocido.

Hola, hola, esos raros besos en las mejillas, adónde vamos, por aquí, qué tal el puente, bien y tú, y ese ir y venir de la gente por las calles del Raval, las bicicletas del Bicing, no podré estar mucho tiempo, las tiendas de discos, una plaza, un parque, niños, aquí mismo, y ese divagar entre el todo y la nada que nada (y todo) tiene de trascendental.

Hasta aquí, todo correcto. Él no bebe alcohol, yo no bebo otra cosa. Y empieza a contarme que sus relatos son muy negros, llenos de violaciones, suicidios y asesinatos. Pienso: buf, menudo cuento. Yo soy más de realidad (que no "más de verdad", supongo).

Le pregunto si sólo se dedica a esto, a escribir. Y responde que sí; también le gusta mucho dormir, pero bueno, que también estuvo trabajando en unos grandes almacenes. De hecho, allí también escribía. Abrió un documento de Word e iba narrando todo lo que, bajo su punto de vista, merecía cada uno de sus clientes.

Es decir, una quinceañera le preguntaba cuánto costaba este top fucsia y él, mientras fingía buscar el precio en la pantalla, apuntaba: "Te voy a cortar las tetas a rodajas, hijaputa, verás cuando te metas en el vestidor". Un señor quería saber por qué todavía no había llegado el ordenador que encargó, y el desconocido apuntaba en su documento: "Electrocútate, cabrón, en cuanto te meta el enchufe por el ano te vas a pixelar entero".

Mientras el desconocido me contaba esto con absoluta naturalidad, yo me llevaba la cerveza a los labios y me preguntaba quién coño me mandaría a mí aceptar esta cita. En el parque jugaban los niños, a mi lado las parejas se besaban, y todo parecía ir bien, según un orden establecido que mi compañero de mesa no conseguía percibir.

"Y entonces, ¿qué pasó?", he preguntado, porque el silencio me daba aún más miedo que su historia.

Evidentemente, lo echaron del curro. Circunstancia que él aprovechó para escribir una novela en la que el protagonista, dependiente de unos grandes almacenes, se vengaba asesinando a un montón de personas por la calle. "En la página 27, ya había matado a tres", decía. Y me he quedado un buen rato preguntándome si con ese "había matado" hablaba en tercera persona o se refería a él (claro que él es una tercera persona, ¿no? Y bastante singular, todo hay que decirlo).

En fin, que le he prometido leer su manuscrito y darle mi opinión sincera, y me he ido. Mi primera cita con un fan ha sido directamente de delito.

20 comentarios:

Chexpirit dijo...

Cuando dices fan... ¿Te refieres a fan de tu blog? Porque si es así y le estás llamando loco en su cara, la cabeza le va a hacer catacrocker y va a empezar la página 28 con "Quedé con una chica para que leyese mi manuscrito..." y la verdad, tu muerte no es algo que me preocupe mientras sigas escribiendo, pero como decida seguir con los que comentamos aquí no te lo perdonaré en la corta vida que me queda.

Mel Alcoholica dijo...

Lo siento, no suelo hacer comentarios tan simples (y mucho menos en mi propio blog), pero Chexpirit: JAJAJAJAJAJAJAJA!!!! (lo río en serio).

tequila dijo...

tras el comentario de chexpirit poco mas que añadir
un saludo

Zittric dijo...

Esto se me hace familiar...algo así como aquella película de Michelle Pfeiffer con no recuerdo quién...todo en son de un libro.

SALUDOS

Paul Spleen dijo...

Chexpirit, está muy feo eso de ir recomendando blogs en los que sólo por entrar se juega uno la vida. Para morir con conocimiento de causa, aprovechando que me siento audaz, voy a leerme este blog de cabo a rabo. Si total, son sólo…, a ver…




Mira, no, mejor me subo en marcha.

Anónimo dijo...

bueno, el primer comentario lo ha clavado.
prueba con otros "fans" y ya verás que será como tú esperas que sea.
salud-saludos

Zebedeo dijo...

Si le vas a dar tu opinión sincera procura que sea en un sitio con detector de metales ¿quién te dijo que sus relatos no eran de "realidad"?

Ah, por cierto, si te mata ¿podrías volver de la muerte para decirme si en el más allá hay barra libre?

Benjuí dijo...

Joer.
Me voy unos días y te metes en líos de los de verdad.
Mel, jamía.
Haz el favor.

Anónimo dijo...

Eso te pasa por ser famosa de medio pelo, si lo fueses de MELena se liaría la de Troya. Si lo fueras de Menelao ya ni te cuento.

JUAS, últimamente me mata, señorita Lansbury.
¿Se puede medir la valía de una persona por sus fanes? Yo me identifico más bien con aquellos hooligans gritones.

No quisiera sonar oportunista, pero Zebedeo ha abierto la veda: Si te matan, ¿volverás para explicarnos de cuantos minutos de silencio se compone la eternidad? Me interesa.

senilDion dijo...

Pues yo creo que al fan deberías darle una segunda oportunidad, que hoy en día van muy buscados. Si a la segunda es igual de raro, le besas, a ver si es que es un fan encantado. Y si no, prueba a evitar que entre en contacto con el agua y alimentarlo después de las diez de la noche. Y si todo sale mal hasta el punto de temer por tu integridad física (la moral se te sobreentiende), pues taconeas tres veces y en paz.

Recuerdos desde aquí.

Alberto Ramos dijo...

Los grandes almacenes son una escuela de terroristas. El Subcomandante Marcos trabajó en el Corte Inglés. Y Álvarez Rabo creo que sigue ahí.

Don Peperomio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Don Peperomio dijo...
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Don Peperomio dijo...
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Diamante dijo...

Así que quedaste con Won Chau Won (o como se llame el coreano ese) en vez de con Jesica Flecher, jejeje, ya te vale

Parece que había visto a enjuto y se había quedado pixelado

Mantener el orden cósmico

Anónimo dijo...

ayyyy!!!

JAJAAAA!!! jajaaaaa!!!

me parece cojonudo. Me encanta. Debe de ser duro ser famoso de medio pelo, no?

la guardiana dijo...

A mi me parece un poco conyazo alguien tan amargado con todos...incluso aunque fuera fan!

Oye nos tienes q ir diciendo que tal el manuscrito!

eSadElBlOg dijo...

por que página vas? llevo días esperando a ver si has conseguido leerte el manuscrito (y si no, espero que solo haya sido aburrimeinto...)

Palomares dijo...

Un comentario sin ningún interés excepto el de salvarte la vida, que no es poco.

Leonor Cabrera dijo...

Donde yo trabajo tenemos un nombre para este tipo de personajes: los piraditos. Son aquellos que nos llaman para contarnos historias fantásticas, que te hacen perder el tiempo pero que te dan material un material de primera para tu anecdotario profesional. Veo que te cruzaste con un piradito bueno.