lunes, 21 de mayo de 2007

Jesús


Anoche estaba viendo Cuarto Milenio. Y como era un coñazo, porque iba de la sábana santa y del sudario (que no sudadera) que le pusieron a Jesús, pues me puse a pensar en Jesús en sí mismo, sin atuendos.

Yo creo que existió. Pero no como lo pintan en las películas, ahí, medio maricón de los malos, hijo mimado de su mamaíta que debía ser una petarda de tía, porque ser virgen a su edad amarga a cualquiera, pobrecita mía.

Si Jesús hubiera sido tan blandengue, le hubieran hecho bulling en el cole, en plan: eres un hijo de madero. Bueno, no, que era hijo de carpintero. El madero es quien lo mató. Da igual, lo que quiero decir es que el tío habría dicho: "eh, que voy a multiplicar panes", y los demás se hubieran reído de él, en plan: "que eso ya lo hacen los científicos con la clonación, pedazo freaky, y al menos sacan un montón de ovejas iguales". Porque lo del pan, en serio, no tiene mérito.

Jesús tenía que ser un tipo molón, rollo el ex de Claudia Schiffer, ¿cómo se llamaba? el mago ése que atravesaba la Muralla China. David Copperfield. Tenía que tener ese tipo de morro para poder enrollarse con la Claudia Schiffer de la época (véase María Magdalena) y no casarse con ella, ni nada. Simplemente fardar de tenerla de novia. Hey, colegas, qué pasa, os presento a mi chati. Y venga cenas y a lavarse los pies los unos a los otros. ¡Los pies! Seguro que por ahí pasó la censura, en la traducción de la Biblia.

Jesús debía tener aquella cualidad por la cual todo el mundo quisiera seguirle (fácil, si repartes porros o Donetes, que supongo que es lo que hacía). Entonces me pregunté retóricamente (es decir, sin exigirme una respuesta): ¿cómo lo conseguiría en nuestros días? ¿Ya no funcionamos con los mismos valores?

Entonces tuve una revelación. Y fue la hostia, en serio, mucho más fuerte que si se me hubiera aparecido la paloma ésa de la anunciación que, al fin y al cabo, la plaza Cataluña está llena de palomas y seguro que dicen un montón de cosas, pero la cagan siempre.

Iker Jiménez seguía con lo suyo, hablando con esa pandilla de colaboradores que sólo Dios sabe quién o qué los habrá creado, cuando lo entendí todo. No es tan descabellado eso de que la gente flipe con un tipo sólo por el hecho de que sepa convertir el agua en vino. No tiene mérito: yo, a partir del tercer whisky, me bebo los demás como si fueran agua.

Un tío guaperas, con capacidad de convocatoira, que prometa un montón de cosas, que te ponga la miel en la boca, que tenga Maríos Magdalenos revoloteando siempre a su alrededor. Jesús Vázquez. Que se callen la boca Dan Brown y compañía, porque él, y no otro, es el auténtico bisbisbisbisbisbisbisbisnieto de Dios. El único descendiente directo del tipo del sudario y la sábana, que después de tantos siglos, ya va siendo hora de limpiarla.

Jesús Vázquez tiene a toda la población pendiente de una puta caja cada día. Y a veces convierte la caja en miles de euros, y otras no. Además, es omnipresente, porque allí donde miro, está él. Y es omnipotente, porque impotente me parece que no. Pero no hacen falta tantas pruebas: ahí está el nombre. Y él es el que es. Así que ya sabéis, cuando querais, podeis lanzarlo al mar, y vereis cómo camina

7 comentarios:

Alberto Ramos dijo...

Pues a éste también lo crucificaron y resucitó, para más arni.

Joyce dijo...

Te refieres a Jesús Cristo? Me suena. Ese que es hijo de Marx... digo... hijo de Dios?

Zebedeo dijo...

Uy, vaya resaca más mala tuviste. ¿De verdad te pusiste a pensar en todo eso? ¿En Jesús Vázquez? A mi me suena más a tipo jugador de fútbol que por muy feo que seas tienes una novia quetecagas, todo el mundo pendiente de lo que hace y a veces convierten un juego de 11 tíos en calzoncillos en una religión ;)

Para, creo que voy a vomitar dijo...

Tu lucidez me apabulla... Ahora entiendo esa portada de la Zero de Jesús Vazquez con una corona de espino.

Anónimo dijo...

Si quieres ver otra versión de ese tal Jesús lee los Evangelios Apócrifos.

Mel Alcoholica dijo...

Coño, estos comentarios son demasiado buenos para recomentarlos.

Zittric dijo...

"...por el sólo hecho de que sepa convertir el agua en vino. No tiene mérito: yo, a partir del tercer whisky, me bebo los demás como si fueran agua."

JAJAJAJAJAJAAAAAAA...nunca, nunca, nunca había reflexionado en eso...

Simplemente eres genial.

SALUD!