jueves, 21 de mayo de 2009

Síndrome de Estocolmo

Estoy secuestrada. Desde aquí oigo el mar y los pájaros. Me han encerrado con la única compañía de este ordenador y una nevera llena de cervezas. De vez en cuando, mi ordenador capta una señal de WiFi. Aprovecho que la señal de WiFi tiene tres barras de conexión para enviar este mensaje. No es un mensaje de socorro. Que nadie me rescate.